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CIENCIA y PSEUDOCIENCIAS 2007 Módulo II: el individuo, la sociedad y las pseudociencias resúmenes de las conferencias y currículos de los conferenciantes Sacerdotes, científicos y embaucadores. Teresa González de la Fe. Qué es esa cosa que llamamos Cultura. Luis Díaz Vilela Experiencias inusuales cercanas a la muerte Marisela López Curbelo ¿Nos engaña nuestro cerebro? Carlos J. Álvarez González El curioso efecto de lo que no existe. Carlos Santamaría Moreno Las emociones y las creencias: ¿están en el cerebro? José Barroso Ribal Salud, amor o trabajo: ¿adivinan los adivinos? Carlos J. Álvarez González Crónicas de Paranormalandia. Ricardo Campo Pérez El fraude en la ciencia: un toque de autocrítica. Alberto Marín Sanguino Uso y abuso de la Ciencia en la publicidad. José María Riol Cimas ¿Creó Dios a los fósiles? Carolina Martínez Pulido. Historia y leyenda de los aborígenes canarios. Sergio Baucells Mesa Ciencia y pseudociencias en los tribunales. Luis J. Capote Pérez ¿De verdad viste un ovni? Ricardo Campo Pérez Astrología para incrédulos. Inés Rodríguez Hidalgo Logros y fracasos de la Arqueoastronomía. César Esteban López El auge de la pseudoliteratura pseudohistórica. Fernando L. Frías Sánchez Mesa redonda: ¿Medicinas alternativas? Moderadora: Teresa González de la Fe. Sacerdotes, científicos y embaucadores. Teresa González de la FeDoctora. Catedrática de Universidad. Departamento de Sociología. ULL Directora. Instituto Universitario de Ciencias Políticas y Sociales. ULL Jueves, 12 de abril de 2007 Ciencia y religión son formas de conocimiento que los humanos hemos construido a lo largo de la historia. El conocimiento, hecho posible por el lenguaje, es la herramienta adaptativa de la especie humana. La religión es más antigua que la Ciencia y en todas las culturas humanas conocidas hay alguna religión. La Ciencia aparece en el siglo XVII: tiene apenas 400 años. Vamos a ver en qué se parecen y en qué se diferencian las religiones y la Ciencia. Empezaremos definiendo la religión y la Ciencia, las diferencias entre ellas y acabaremos con las pseudociencias, un subproducto cultural con auge creciente en los medios de comunicación.
Bibliografía Russell, B.: Religión y ciencia. Ed. F.C.E. Colección Breviarios Bunge, M.: Pseudociencia e ideología. Alianza Universidad Ziman, J.: La credibilidad de la ciencia. Ediciones del Prado Información en Internet Teresa González de la Fe es doctora en Sociología (1985) y Catedrática de Sociología de la ULL (2004) donde imparte docencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. De 1996 a 1999 ocupó la Dirección General de Universidades e Investigación del Gobierno de Canarias. Desde 2001 a 2006 dirigió el Instituto Universitario de Ciencias Políticas y Sociales de la ULL. Sus investigaciones y publicaciones abarcan cuestiones de teoría social, epistemología y sociología de la iencia y la inovación. Dirige en la actualidad el grupo interdisciplinar e interuniversitario SCITECAN para análisis del Sistema de ciencia, tecnología e innovación de Canarias. http://www.iccppss.ull.es/scitecan/ . Desde 2002 imparte un doctorado sobre 'Cambio social y cambio tecnológico', en relación con las TIC y las redes telemáticas, especialmente Internet. Es Vicepresidenta de la Federación Española de Sociología (FES) y responsable de su Comité Científico. Qué es esa cosa que llamamos Cultura. Luis Díaz VilelaDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional. ULL Jueves, 12 de abril de 2007 Con cierta frecuencia oímos decir cosas como 'choque cultural', 'respeto a la cultura', 'integración cultural'; o 'Cultura Mediterránea', 'Cultura Oriental'; o 'Cultura Ancestral', 'Cultura Consumista'; etc. En todos estos casos, quien produce estos tópicos se está refiriendo a algo llamado Cultura, aunque rara vez se defina el concepto. En otras ocasiones la Cultura se aplica como adjetivo que califica, y casi cualifica a eventos o personas: 'es una persona muy culta', o 'en tal ciudad se producen muchos eventos culturales'. Finalmente, es raro el periódico que no tiene una sección cultural, o incluso, un suplemento cultural.
Seguramente por ser una línea de investigación relativamente joven, existe una cierta variedad de definiciones: conjunto de normas compartidas por un grupo; conjunto de valores públicamente anunciados por un grupo; filosofía formal de un grupo; reglas del juego implícitas del grupo; clima del grupo; forma en que tienen lugar las interacciones sociales; destrezas y competencias de los miembros del grupo, que se transmiten generacionalmente sin tener que estar escritas; hábitos de pensamiento, modelos mentales y paradigmas lingüísticos que guían las percepciones, el pensamiento y el lenguaje usado por los miembros del grupo y que los nuevos miembros han de aprender; significados compartidos que sirven al grupo para hacer frente a la realidad; metáforas o símbolos integradores que se materializan en artefactos materiales; rituales y celebraciones formales que reflejan valores o hitos importantes para el grupo.
Bibliografía Hofstede, G.: Culture's Consequences: International differences in work related values. Sage. Beverly Hills. 1980
Luis F. Díaz Vilela es Doctor en Psicología por la Universidad de La Laguna (ULL), Profesor Titular de Universidad, Director del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional de la ULL, y profesor en los Másters en Prevención de Riesgos Laborales y de Recursos Humanos de la misma Universidad. Sus investigaciones y publicaciones giran en torno a los valores laborales, la motivación laboral, la influencia de valores y creencias sobre la seguridad laboral, las variables de personalidad como predictoras del rendimiento laboral, la calidad de servicios como proceso psico-social y la génesis de las creencias paranormales. Ha obtenido el premio de investigación del Ministerio de Administraciones Públicas en 2005. También está interesado en la divulgación del pensamiento crítico, participando activamente en diferentes foros de discusión y divulgación, como cursos, conferencias y debates televisivos. Experiencias inusuales cercanas a la muerte Marisela López CurbeloDoctora. Profesora Titular de Universidad. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos. ULL Martes, 17 de abril de 2007 La intención de esta conferencia es modesta y su nivel intencionadamente sencillo. Pero su enfoque puede parecer bastante inusual respecto a las opiniones usuales. El foco de interés aquí será tomar algunas experiencias como fenómenos psicológicos, y no como fenómenos paranormales o místicos.
La experiencia de salirse del cuerpo se produce en algunas ocasiones en el transcurso de una experiencia cercana a la muerte, pero también en otras circunstancias no tan traumáticas como es el estado hipnótico o durante la meditación. También se pueden provocar voluntariamente. Entre sus características se encuentran la sensación de separarse del cuerpo y su retorno a él, la impresión de flotar y una visión, normalmente, desde arriba de nuestro propio cuerpo. Las teorías que intentan explicarla se basan en que su producción tiene que ver con situaciones de alto estrés, con alteraciones en los niveles de conciencia o bien con problemas del cerebro a la hora de procesar la información.
Bibliografía Alvarado, C.S.: Mapping the caracteristics of out of body experiences. Journal of the American Society for Phisical Research, 91. 1997. pp. 15-32
Información en Internet www.susanblackmore.co.uk/si91nde.html Marisela López Curbelo es Profesora titular de Psicopatología General en la Universidad de la Laguna, con una antigüedad de dieciseis años y con artículos publicados sobre trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo, violencia de género y salud mental. Asimismo cuenta con cuatro libros publicados, dos de ellos sobre la fobia a viajar en avión, un manual de entrenamiento sobre control emocional y otro sobre las competencias psicológicas en el uso del arma de fuego por parte de la policía. Ha impartido diversas conferencias y cursos sobre entrenamiento en control emocional. Su lección magistral en el examen de oposición al cuerpo de funcionarios fue sobre la experiencia de salirse del cuerpo y experiencias cercanas a la muerte. Es Directora desde hace 12 años del Practicum de Psicología Clínica y de la Salud que se realiza en el Consorcio Sanitario de Tenerife, Área de Salud Mental. ¿Nos engaña nuestro cerebro? Carlos J. Álvarez GonzálezDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional. ULL Martes, 17 de abril de 2007 Nuestro cerebro es fruto de miles de años de evolución, siendo un mecanismo sumamente complejo. Como cualquier otro órgano, para poder entender por qué es así tanto estructural como funcionalmente, tenemos que referirnos a su carácter adaptativo desde la perspectiva de la teoría de la evolución de Darwin. En este sentido, nuestros procesos cognitivos son y han sido eficientes, rápidos y adaptativos de cara a la supervivencia. Un ejemplo lo constituye nuestra percepción, la cual nos suministra información relativamente fiable de lo que nos rodea con notable rapidez. Otro, nuestra memoria, cuya capacidad y velocidad de almacenamiento y recuperación no puede compararse al mejor ordenador.
Nuestra memoria a largo plazo posee una capacidad inigualable, si la comparamos con cualquier dispositivo artificial de almacenamiento de información. Pero como siempre, las ventajas adaptativas y el hecho de que nunca se agote nuestra capacidad memorística es a costa de algo. Es capaz de retener tanta información debido a sus propiedades selectivas y reconstructivas. Cada acto de almacenamiento de información supone una alteración (muchas veces automática y no consciente) del input o estímulo. Además, cada vez que recuperamos información, los recuerdos almacenados son transformados también y reconstruidos. Uno de los inconvenientes es que los recuerdos casi nunca son perfectos, sino que sufren elaboraciones y reconstrucciones. El caso más claro y más investigado recientemente es el de los recuerdos falsos. A pesar de que solemos creer lo contrario, la investigación demuestra que todos tenemos recuerdos falsos, de eventos que no han ocurrido o que no hemos visto, oído, etc. Además, resulta fácil implantar recuerdos falsos, bien de forma consciente o inconsciente, sobre todo en terapias de corte psicoanalítico o mediante hipnosis. Se ha demostrado que muchos supuestos recuerdos reprimidos o recuperados a través de la hipnosis (como aquellos de abusos sexuales en la infancia, o supuestas experiencias traumáticas) son realmente recuerdos falsos que el psicoterapeuta, involuntariamente, ha inducido en el paciente porque precisamente ese tipo de recuerdos son los que busca o espera encontrar. Es una versión de la denominada 'profecía autocumplida'. La repercusión de casos de supuestos abusos sexuales perpetrados muchas veces por los padres del paciente en la infancia, y 'recuperados' luego bajo este tipo de terapias pseudocientíficas, ha sido enorme en países como EEUU. La psicología científica ha salido al paso, demostrando en muchos casos que dichos eventos no existieron, sino que fueron inducidos en las sesiones terapéuticas. En esta misma línea, se ha demostrado también que no existe la llamada regresión hipnótica: el hecho de que podamos viajar al pasado o a otras vidas. Lo que realmente sucede es que el hipnotizado, normalmente personas muy sugestionables, es sugestionado para que 'viaje al pasado'. En realidad, lo que está haciendo es una especie de role-playing o ejercicio de imaginación.
Bibliografía Rodríguez, I., Díaz-Vilela, L., Álvarez, C.J. y Riol, J.M. (Eds.): Ciencia y Pseudociencia: realidades y mitos. Sirius. Madrid. 2004
Información en Internet
Carlos Javier Álvarez González es Doctor en Psicología y Profesor Titular del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional de la Universidad de La Laguna. Su campo de investigación es la neurociencia cognitiva del lenguaje, concretamente percepción y producción de palabras. Es autor de publicaciones internacionales en revistas científicas de prestigio, en revistas nacionales, así como capítulos de libro sobre estos temas. Colabora con investigadores australianos y europeos, y ha sido profesor e investigador invitado en New South Wales University (Sydney, Australia), James Cook University (Cairns, Australia) y en el Instituto Max Planck de Psicolingüística (Nijmegen, Holanda). Está interesado por la divulgación de la Ciencia, el fomento del pensamiento crítico y la visión escéptica de las pseudociencias. En esta línea ha publicado libros, capítulos de libro y artículos en revistas de divulgación y en prensa diaria, y ha participado en diversos programas de radio y televisión. El curioso efecto de lo que no existe. Carlos Santamaría MorenoDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional. ULL Miércoles, 18 de abril de 2007 - ¿Existe algún otro detalle acerca del cual desearía usted llamar mi atención?
Tal vez el filósofo que más partido haya sacado de esta asimetría sea Karl Popper. Para Popper el conocimiento (tanto el científico como el cotidiano o psicológico) no se genera por la acumulación de información y la consecuente inducción de reglas, sino mediante conjeturas que pueden ponerse a prueba. Estas conjeturas pueden estar basadas en un número limitado de enunciados de observaciones (o incluso en premisas de origen mítico), pero han de tener la propiedad de ser refutables: ha de estar definido el conjunto de observaciones que demostrarían la falsedad de la conjetura. Es decir, las proposiciones de conocimiento se definen por el conjunto de enunciados de observaciones que niegan en lugar de hacerlo por el que afirman, lo que evita (en principio) el problema de Hume. La asimetría de los universales (ningún conjunto de observaciones los valida, cualquier observación contraria los falsa) confiere a la información negada por un enunciado un estatus epistemológico privilegiado sobre la afirmada por el mismo enunciado. Esta ventaja, podría hacernos pensar que un sistema desarrollado para maximizar la adquisición del conocimiento debería haber generado un mecanismo que fuese particularmente sensible a las implicaciones de falsedad. Por ejemplo, ante la hipótesis: 'Todos los cisnes son blancos', dicho sistema haría bien en focalizar la atención hacia la posibilidad de existencia de cisnes que no fuesen de ese color (aquello que no existe, de acuerdo con la proposición). Sin embargo, en muy diversos ámbitos de la investigación psicológica encontramos evidencia contraria a tal planteamiento.
Bibliografía Fernández-Berrocal, P. y Santamaría, C.: Manual práctico de psicología del pensamiento. Ariel. Barcelona. 2001
Carlos Santamaría Moreno es Doctor en Psicología y Profesor Titular de la Universidad de La Laguna. Investiga sobre los procesos de razonamiento y comprensión. La pregunta esencial de su investigación sería: ¿cómo pensamos las personas? Ha publicado varios libros como Introducción al razonamiento humano en Alianza Editorial e Historia de la psicología: el nacimiento de una ciencia en Ariel. Es coautor de Comprensión y adquisición de conocimientos a partir de textos en Siglo XXI y Prácticas de psicología del pensamiento en Ariel. Próximamente aparecerá una obra de divulgación de la que es coautor: El Psicoanálisis: ¡Vaya timo! en editorial Laetoli. También es autor y coautor de diversos trabajos de investigación publicados en revistas internacionales. Entre otros reconocimientos ha recibido el Premio Nacional de Investigación Educativa y el 'Benito Pérez Armas' de Novela. Las emociones y las creencias: ¿están en el cerebro? José Barroso RibalDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Psicobiología y Metodología de las Ciencias del Comportamiento. ULL Miércoles, 18 de abril de 2007 El problema de la relación entre el cerebro y la mente es un tema clásico dentro de la Filosofía de la Ciencia. El hecho de ser clásico solo quiere decir que sus orígenes se remontan a fechas muy antiguas, el problema cuerpo-alma, pero en absoluto puede hacernos entender que esté resuelto. De forma muy esquemática, dos posiciones resumen el eje central del debate, por un lado, la posición monista y, por otro, la dualista. Desde la perspectiva monista, la relación es un continuo y, por lo tanto, la actividad mental es el resultado de la actividad cerebral. Desde el dualismo se plantea que, aunque hay cierta relación entre el cerebro y la mente, la mente es una realidad independiente en la que se dan los estados y procesos mentales. Para los primeros la mente es algo material, mientras para los segundos es inmaterial. A su vez, dentro de cada una de estas posiciones existen matices que en algunos casos las aproximan y en otros las alejan radicalmente.
Partimos de que el cerebro está formado por unas 10 elevado a 11 billones de neuronas y cada una de ellas puede establecer entre 1.000 y 10.000 conexiones neurales. Esto permite configurar una gran red que se va desarrollando a medida que se desarrolla nuestra vida, (factores hereditarios, educación, experiencias, etc.) Posteriormente explicaremos el recorrido que va desde la percepción y reconocimiento de nuestro medio a través de las diferentes modalidades sensoriales, a la integración plurimodal y, por último, a la planificación, elaboración y ejecución de nuestras respuestas. Explicaremos cómo la información que llega al cerebro, primero va a las áreas primarias de proyección donde se detectan los estímulos recibidos a través de la vista, el tacto o el oído, etc. Son áreas altamente específicas desde el punto de vista funcional, así ante una lesión en estas áreas podría ocurrir, por ejemplo, que se deje de ver aunque los ojos estén perfectamente (el que “ve” es el cerebro). Después de estas áreas, la información pasa a las áreas asociativas unimodales, que es donde se produce el reconocimiento de los estímulos. Así, por ejemplo, ante una lesión en estas áreas el paciente puede describir lo que ve, pero no ser capaz de reconocer el objeto que ve o decir para lo que sirve, lo que se denomina “agnosia”. Las siguientes áreas son las asociativas plurimodales o asociativas de alto nivel, que son las zonas de integración de las diferentes modalidades sensoriales. Paralelamente, a través de la amígdala y del sistema límbico, a toda la información que va entrando en nuestro cerebro se le asigna un determinado significado emocional. Finalmente, en cuanto a la elaboración de nuestra respuesta, los responsables son las áreas anteriores del cerebro, fundamentalmente el lóbulo frontal, en concreto las asociativas plurimodales o de alto nivel del lóbulo frontal (corteza prefrontal). En gran medida, se podría afirmar que el lóbulo frontal es el “director” del cerebro, es quien establece los objetivos, planes, estrategias y los lleva a cabo. En él se produce la confluencia y síntesis de los componentes cognitivos, emocionales y comportamentales, modulando nuestro carácter y personalidad. Bibliografía Bunge, M.: El Problema mente-cerebro. Un enfoque psicobiológico. Editorial Tecnos. Madrid. 1985
José Barroso Ribal es Doctor en Psicología por la Universidad de La Laguna, Profesor Titular del área de Psicobiología y director de Unidad de Neuropsicología Clínica de la Facultad de Psicología. Su docencia está dedicada por completo a contenidos neuropsicológicos, tanto en la licenciatura de Psicología como en los estudios de post-grado, habiendo sido director del Programa de Doctorado de 'Neuropsicología' de dicha Universidad. Su investigación se ha desarrollado en dos líneas: por un lado, el estudio de la asimetría cerebral para el procesamiento lingüístico y no verbal, por otro, el estudio de la afectación neuropsicológica de diversas patologías neurodegenerativas, como las ataxias cerebelosas, las esclerosis múltiples, la enfermedad de Parkinson y las demencias. Sobre estos temas ha dirigido diversas tesis doctorales y publicado en revistas nacionales e internacionales. Salud, amor o trabajo: ¿adivinan los adivinos? Carlos J. Álvarez GonzálezDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional. ULL Jueves, 19 de abril de 2007 Predecir el futuro ha sido una preocupación constante del ser humano a lo largo de la historia. Desde el Oráculo de Delfos en la Grecia clásica, es posible observar cómo en prácticamente todo grupo humano y en cualquier civilización han existido personas supuestamente investidas con el don de la adivinación o la videncia, dotados con el poder de adivinar el devenir. Estas capacidades han correspondido a roles tales como astrólogos, brujos, chamanes, sacerdotes, etc. Sin embargo, dentro de las supuestas habilidades de adivinación, habría que distinguir fundamentalmente entre dos facetas distintas: la profecía y la videncia 'en directo' o referida a una o varias personas concretas que se encuentran presentes en el momento de la adivinación. Dentro de estas últimas podríamos incluir a los actuales tarotistas o videntes. En el caso de las profecías, los supuestos profetas pretenden hacer predicciones sobre hechos o eventos futuros de tipo muy general, tales como catástrofes, inundaciones o guerras. En este sentido resulta curioso observar cómo son precisamente este tipo de eventos negativos y apocalípticos los preferidos por los profetas. Aparte de los profetas bíblicos, uno de los casos más conocidos de predicciones es el de Miguel de Nostradamus, médico francés del siglo XVI, quien supuestamente realizó predicciones absolutamente detalladas y correctas sobre múltiples eventos. Pero cuando se analizan sus cuartetas de forma desapasionada y escéptica, uno se percata inmediatamente de que sus profecías son vagas y ambiguas, que utilizan un lenguaje críptico y que su significado depende de lo que el interpretador quiera encontrar, siendo posibles múltiples interpretaciones. De hecho, resulta imposible encontrar ni una sola cuarteta con un significado lo suficientemente claro como para que tenga un valor predictivo real: sus significados siempre cuadran después de haber ocurrido, y a ello es a lo que se han dedicado los creyentes e interpretadores de Nostradamus a lo largo de los siglos hasta la actualidad. Científicos y escépticos han abordado el análisis de las profecías tanto desde un punto de vista lingüístico como psicológico, y han encontrado una serie de estrategias o propiedades, muchas de las cuales comparten las profecías con la videncia 'en directo'. Son estas estrategias las que explican por qué tanta gente cree que los adivinos o profetas realmente aciertan en sus predicciones. Dichas estrategias tienen que ver con el lenguaje utilizado, que suele ser ambiguo y oscuro. Además, normalmente las afirmaciones de los pronosticadores son muy generales, de forma que encajen con cualquier evento o persona.
Bibliografía Álvarez, C. J. Predicción y precognición: una perspectiva psicológica. En Rodríguez, I., Díaz-Vilela, L., Álvarez, C.J. y Riol, J.M. (Eds.): Ciencia y Pseudociencia: realidades y mitos. Sirius. Madrid. 2004 Información en Internet http://skepdic.com/coldread.html
Carlos Javier Álvarez González es Doctor en Psicología y Profesor Titular del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional de la Universidad de La Laguna. Su campo de investigación es la neurociencia cognitiva del lenguaje, concretamente percepción y producción de palabras. Es autor de publicaciones internacionales en revistas científicas de prestigio, en revistas nacionales, así como capítulos de libro sobre estos temas. Colabora con investigadores australianos y europeos, y ha sido profesor e investigador invitado en New South Wales University (Sydney, Australia), James Cook University (Cairns, Australia) y en el Instituto Max Planck de Psicolingüística (Nijmegen, Holanda). Está interesado por la divulgación de la Ciencia, el fomento del pensamiento crítico y la visión escéptica de las pseudociencias. En esta línea ha publicado libros, capítulos de libro y artículos en revistas de divulgación y en prensa diaria, y ha participado en diversos programas de radio y televisión. Crónicas de Paranormalandia. Ricardo Campo PérezLicenciado. Investigador. Departamento de Filosofía. ULL Jueves, 19 de abril de 2007 De tarde en tarde las encuestas de opinión sobre creencias en fenómenos extraños o paranormales nos sorprenden con resultados siempre superiores a lo que sería usual esperar en una sociedad como la nuestra de carácter cientifista. Pero esas encuestas sólo nos informan de una opinión: nada nos dicen de la auténtica naturaleza de los supuestos fenómenos a los que se refieren. Muy probablemente, esos altos índices de creencia sean esgrimidos por los cultivadores del misterio para justificar su labor o como pruebas indirectas de la realidad empírica de ciertos fenómenos, versión injustificada del refrán cuando el río suena, agua lleva.
Bibliografía Randi, J.: Fraudes paranormales. Fenómenos ocultos, percepción extrasensorial y otros engaños. Tikal Ediciones. Gerona. 1994
Información en Internet http://www.circuloesceptico.com/ Ricardo Campo Pérez es Licenciado con grado en Filosofía y desarrolla su tesis doctoral en el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Laguna sobre la pervivencia en nuestras sociedades de antiguas cosmovisiones relacionadas con la New Age y la dinámica entre ciencias y pseudociencias. Ha participado en diversos congresos donde ha abordado el conflicto cultural entre la ciencia contemporánea y algunas creencias relacionadas con lo paranormal. Es patrono de la Fundación Anomalía, entidad que se ocupa del estudio de la influencia de los avances científicos y tecnológicos en la cultura popular y la presencia de lo maravilloso en nuestras sociedades: leyendas de apariciones misteriosas, fenómenos extraños, etc., y socio cofundador del Círculo Escéptico. Desde 1988 participa en numerosos medios de comunicación locales y nacionales difundiendo la perspectiva crítica y escéptica de los enigmas y misterios fomentados por la industria cultural que tiene por objeto tales rumores. El fraude en la ciencia: un toque de autocrítica. Alberto Marín SanguinoLicenciado. Investigador. Departamento de Bioquímica y Biología Molecular. ULL Martes, 24 de abril de 2007 A lo largo de este curso se están presentando ejemplos de falsas creencias, supersticiones y fraudes, y la Ciencia aparece como contrapunto a tanta falacia. Sin embargo, la Ciencia es un actividad humana y, aunque es el instrumento mas fiable que hemos podido desarrollar para conocer el universo, no está libre de fallos.
En otras ocasiones es el propio poder -económico, político o social- el que reclama unos resultados que estén de acuerdo con sus intereses o con su ideología. El investigador se ve obligado a afirmar lo que su patrón -empresa, estado o sociedad- le pide, so pena de ser despedido o perseguido. Por último, tenemos la 'Ciencia débil', que sería aquella que poco o nada aporta a nuestro conocimiento del mundo. Sería Ciencia no fraudulenta en sentido estricto, pero que consiste en repetir lo ya sabido, en buscar problemas inexistentes, o en realizar investigaciones formalmente correctas pero irrelevantes.
Bibliografía Park, R.L.: Ciencia o Vudú. De la ingenuidad al fraude científico. Ed. Grijalbo-Mondadori. 2001
Alberto Marín Sanguino es Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de La Laguna (ULL). Ha trabajado en las Universidades Técnica de Viena e Insbruck (Austria), Kosuth Lajos (Hungría) y Warmia-Mazuria (Polonia). Ha participado como ponente en congresos y publicado trabajos de investigación en revistas internacionales, siendo su principal área de interés esa mezcla de Microbiología, Matemáticas e Informática que se ha dado en llamar Biología de Sistemas. Actualmente es el delegado de la empresa CANATEC 35 para la provincia de Las Palmas y realiza su tesis doctoral en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la ULL sobre optimización de sistemas biológicos de interés industrial. Su interés por la divulgación científica le ha llevado a participar en este curso desde sus inicios y a hacerse miembro de la asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Uso y abuso de la Ciencia en la publicidad. José María Riol CimasDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Bioquímica y Biología Molecular. ULL Martes, 24 de abril de 2007 La publicidad es una forma de comunicación de masas destinada principalmente a promover la venta de algún producto o servicio, aunque también se emplea con muy diversos fines (políticos, religiosos, militares, sanitarios, educativos, etc.). Lo cierto es que, lo queramos o no, la publicidad contribuye a crear opinión entre los ciudadanos y a definir hábitos de comportamiento.
En esta conferencia se analizan, cualitativamente, distintos anuncios que incluyen referencias a la Ciencia, recogidos de la prensa diaria y de muy distintas revistas semanales y mensuales. Desde el punto de vista cualitativo se estableció una clasificación personal que dividía los anuncios en seis categorías: a) anuncios para gente (muy) inteligente; b) elogio de la investigación; c) la 'última' tecnología; d) Ciencia y Técnica: emoción e inteligencia; e) la terminología y los personajes de la Ciencia y f) errores científicos, pseudociencias y creencias. En el apartado dedicado a los anuncios para gente (muy) inteligente destacan sobremanera los anuncios de cosméticos, que son un campo abonado para introducir una larga serie de términos complejos que difícilmente pueden ser entendidos por un público con una formación media. Parece que ese es el objetivo: mejor cuanto más complejo sea el término. Como si se tratara de apabullar al lector haciéndole creer que cuanto mas rara es una palabra más entidad científica tiene.
Bibliografía Moliné, M.: La Publicidad. Barcelona. Salvat. 1975
José María Riol Cimas es Licenciado y Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de La Laguna (ULL). Ha sido Investigador postdoctoral en la Universidad Complutense (Madrid), en la Unidad de Metabolismo de los Laboratorios Farmacéuticos Wellcome (Beckenham, Londres) y en la Universidad Técnica de Viena. Autor de publicaciones internacionales sobre el metabolismo de hidratos de carbono y sobre mecanismos de transporte de nutrientes a través de la membrana celular. Ha publicado más de sesenta artículos en libros, revistas y prensa diaria sobre divulgación de la Ciencia y de su historia. Conferenciante en las seis ediciones anteriores de este curso, coordinador en las dos primeras y director de la tercera y la séptima edición. Coeditor del libro Ciencia y pseudociencias: realidades y mitos (Equipo Sirius, Madrid, 2004). Es Profesor Titular de Universidad del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la ULL y director del Aula Cultural de Divulgación Científica de la ULL. ¿Creó Dios a los fósiles? Carolina Martínez PulidoDoctora. Profesora Titular de Universidad. Departamento de Biología Vegetal. ULL Miércoles, 25 de abril de 2007 Escondida bajo el sonoro título de Diseño Inteligente se encuentra la vieja doctrina del creacionismo, que en los últimos años ha empezado a recuperar una peligrosa popularidad. Creacionismo significa tomar la Biblia, sobre todo los primeros capítulos del Génesis, como una verdad literal que permite interpretar la historia del universo y la historia de la vida, incluyendo a los seres humanos. El creacionismo tiene multitud de matices, pero en términos generales implica aceptar que la Tierra es un planeta joven (de unos 6.000 años, aunque hay quienes admiten que esa edad podría ser mayor). Asimismo, el creacionismo mantiene seis días de creación (no obstante, existe un debate acerca del significado de 'día' en este contexto, pues unos sostienen las literales 24 horas y otros son más flexibles). Hace especial hincapié en la creación milagrosa de toda la vida y de Homo sapiens (con un margen para el debate acerca de si Adán y Eva fueron creados juntos o si Eva se creó después como compañera de Adán). Para el creacionismo es igualmente una verdad indiscutible que, poco tiempo después a la creación inicial, gran número de personas, animales y plantas fueron exterminados como consecuencia de una inundación universal.
Los científicos tienen múltiples respuestas antes tales afirmaciones. Por un lado, señalan que la existencia de huecos es algo esperado. La fosilización es un fenómeno poco frecuente -la mayor parte de los cuerpos muertos terminan por desintegrarse- y lo sorprendente es que algunos se conserven. Y, por otro lado, el registro fósil no está tan interrumpido. Existen muchas secuencias graduales absolutamente claras de transformación de unas especies en otras. Por supuesto, nadie niega que todavía queda mucho por explicar acerca de la evolución biológica, pero así es la Ciencia. Ninguna disciplina científica tiene todas las respuestas.
Bibliografía Davies, M. W.: Darwin y el fundamentalismo. Gedisa editorial. Barcelona. 2000
Información en Internet
Carolina Martínez Pulido es Doctora en Biología y Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal. Ha publicado diversos trabajos de investigación en la especialidad de Biotecnología Forestal. Ha estado becada durante dos años en la Universidad de Calgary, Canadá. Ha disfrutado de dos estancias en el Centro de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (CSIC, Santiago de Compostela). Ha impartido diversos Seminarios sobre Biología Evolutiva. Ha impartido diversas conferencias sobre pensamiento biológico e Historia de la Biología y colaborado con la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Miembro del CEM (Centros de Estudios de la Mujer) de la ULL. Actualmente desarrolla una línea de trabajo acerca del papel de la mujer en las Ciencias Biológicas. Ha publicado cuatro libros de divulgación científica sobre este tema: También en la cocina de la ciencia (2001), Servicio de Publicaciones de la ULL; El papel de la mujer en la evolución humana (2003), Biblioteca Nueva, Madrid; Gestando vidas, alumbrando ideas (2004), Minerva ediciones, Madrid y La presencia femenina en el pensamiento biológico (2006), Minerva ediciones, Madrid. Historia y leyenda de los aborígenes canarios. Sergio Baucells MesaLicenciado. Investigador. Departamento de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua. ULL Miércoles, 25 de abril de 2007 Nos adentramos en el debate epistemológico en Historia sobre la eterna pregunta: ¿cómo sabemos que sabemos?, enfrentándonos a la noción que la sociedad canaria ha asumido respecto a los primeros que habitaron estas islas. Empezaremos reflexionando sobre la necesidad de distinguir entre conocimiento histórico y otro tipo de saberes, que denominaremos 'creencias'; después revelaremos algunos usos que se ajustan al segundo grupo. En nuestras conclusiones trataremos de responder a la cuestión de si 'todo vale en Historia', llamando la atención sobre la principal responsabilidad del historiador, la socialización del conocimiento.
c. Canarias mágica o la magia de la tergiversación. Hoy el supuesto misterio de nuestra Prehistoria está plenamente integrado en la sociedad. Se atribuye a todo tipo de manifestaciones culturales un carácter enigmático que la Arqueología no ha sido capaz de explicar: convierten nuestro pasado en una suerte de Expediente X, unos enigmas sin resolver. Repasaremos algunas creencias fundadas en supuestos 'hechos misteriosos' que la envuelven: aspectos 'extraños' de la religión aborigen, como su carácter animista o la presencia de ídolos, la hipótesis sobre la presencia de colonias vikingas en Canarias o las conexiones con Egipto.
Bibliografía
Vv. Aa.: I-dentidad canaria. Los antiguos. Artemisa Ediciones. La Laguna. 2005 Sergio Baucells Mesa es Licenciado en Historia por la Universidad de La Laguna y becario de Investigación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, para elaborar su Tesis Doctoral sobre el 'proceso de aculturación de las sociedades aborígenes canarias', en el Departamento de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua de la ULL. En calidad de becario también ejerce tareas docentes en la Facultad de Geografía e Historia. En 2003 lee su Memoria de Licenciatura, obtiene el Diploma de Estudios Avanzados y desarrolla una estancia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México. Premio de investigación Chil y Naranjo en 2003 por el trabajo Crónicas, historias, relaciones y otros relatos... (Las Palmas de Gran Canaria, Caja Rural de Canarias, 2004). Ha publicado libros, artículos en revistas especializadas y ofrecido algunas charlas generalmente relacionadas con la Etnohistoria y con el tema de su Tesis. Actualmente trabaja en el Inventario Arqueológico del Parque Nacional del Teide. Ciencia y pseudociencias en los tribunales. Luis J. Capote PérezDoctor. Profesor Colaborador. Departamento de Disciplinas Jurídicas Básicas. ULL Jueves, 26 de abril de 2007 El Derecho existe en la medida en que las personas necesitan -necesitamos- de un sistema de reglas que permita mantener la convivencia social y reconducir aquellos comportamientos que puedan poner en peligro la misma hacia unos términos más aceptables. En este sentido, se considera que el Derecho surge y tiene como razón de ser a la persona, entendida ésta como individuo, por lo que se desarrolla entre ambos una relación simbiótica de influencia mutua. El Derecho nos dice qué tenemos que hacer con carácter abstracto, general y coactivo, de modo que la obediencia es premiada y la rebeldía es castigada. En resumidas cuentas, nos plantea lo que es justo (entiéndase como legal) y lo que no. Al mismo tiempo, es la persona, organizada colectivamente a través de la sociedad, la que influye, bien directamente (costumbre o Derecho consuetudinario) bien indirectamente (a través de los representantes en las cámaras legislativas) a la hora de crear el Derecho y más importante, darle su concepto de justicia.
Bibliografía Aa. Vv.: Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado. Derecho de la Persona. Colex, Editorial Constitución y Leyes, S. A. Madrid. 2001 Bryson, B.: Una breve historia de casi todo. RBA Editores. Madrid. 2004 Yzquierdo Tolsada, M.: El Derecho Civil de la postmodernidad. Anales de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna, nº 15. Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna. La Laguna. 1998. pp. 338 y ss.
http://www.indret.com/rcs_articulos/cas/181.pdf Luis Javier Capote Pérez es Doctor en Derecho, Profesor Colaborador de Derecho Civil de la Universidad de La Laguna y Magistrado Suplente de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Especializado en el estudio del timesharing o multipropiedad, sus líneas de trabajo incluyen el Derecho Agrario, el Derecho de Familia o el Derecho Inmobiliario Registral. Dirige Radio Campus, la emisora de la Universidad de La Laguna desde hace varios años. En el campo de la divulgación científica, ha participado en todas las ediciones del presente curso, así como en los dos libros que el mismo ha generado. Igualmente, ha sido coordinador y director del mismo en su edición de 2006. Desde enero de 2005 edita el boletín mensual El Escéptico Digital, de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. ¿De verdad viste un ovni? Ricardo Campo PérezLicenciado. Investigador. Departamento de Filosofía. ULL Jueves, 26 de abril de 2007 A partir de finales de la década de los 40 del siglo XX surgió el rumor de que en nuestros cielos estaban observándose misteriosos objetos voladores de origen desconocido, a los que se bautizó platillos volantes, más tarde convertidos en ovnis, término cuya asepsia inicial acabó desapareciendo hasta convertirse en sinónimo de nave extraterrestre. La antigua idea de la pluralidad de mundos habitados encontró un excelente nicho en los deseos colectivos de muchos occidentales. La necesidad emocional y la creencia irracional fueron suficientes para que los seres maravillosos de otras épocas se acercaran ahora a nuestro mundo a bordo de naves interplanetarias. La moda de los platillos volantes creció exponencialmente tanto en cantidad (número de observaciones) como en variedad (agregación de motivos). De las lejanas observaciones de los años 50 se pasó al encuentro cercano con naves u objetos enigmáticos, y de los simples testigos se desembocó en los contactados, a quienes los seres extraterrestres usan como transmisores de un mensaje admonitorio o mesiánico.
Bibliografía Cabiria García, I.: Ovnis y ciencias humanas. Fundación Anomalía Santander. 2003 Sheaffer, R.: Veredicto OVNI. Examen de la evidencia. Tikal Ediciones. Gerona. 1994
Campo Pérez, R.: Ovnis ¡vaya timo! Editorial Laetoli. Pamplona. 2006 Ricardo Campo Pérez es Licenciado con grado en Filosofía y desarrolla una tesis doctoral en el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Laguna sobre la pervivencia en nuestras sociedades de cosmovisiones antiguas, una de cuyas manifestaciones en la extendida creencia en visitas de extraterrestres a la Tierra. Ha participado en diversos congresos donde ha abordado aspectos de esta materia. Es patrono de la Fundación Anomalía, entidad que se ocupa del estudio de la influencia de los avances científicos y tecnológicos en la cultura popular y la presencia de lo maravilloso en nuestras sociedades: leyendas de apariciones misteriosas, mitos contactistas, etc., y socio cofundador del Círculo Escéptico. Desde 1988 ha dedicado especial atención a las manifestaciones psicosociales del mito de los ovnis en Canarias, como los espectaculares fenómenos observados en los años 70 ocasionados por lanzamientos de misiles Poseidon de la Armada norteamericana en el Atlántico norte. Astrología para incrédulos. Inés Rodríguez HidalgoDoctora. Profesora Contratada Doctora Tipo I. Departamento de Astrofísica. ULL Investigadora. Instituto de Astrofísica de Canarias Miércoles, 2 de mayo de 2007 Estimado incrédulo: ¿sabe usted que de las materias cuya denominación comparte la misma raíz, Astrología, Astronomía y Astrofísica, el nombre de la primera significa tratado de los astros (como Biología es el tratado de la vida o Geología, de la Tierra), lo que le proporciona tradición y resonancia científica? ¿Es consciente de que la Astrología, más allá de presentar una explicación de cómo funciona el mundo, busca ofrecer al hombre algo esencial en lo que depositar la fe? ¿Ha pensado, entonces, si existen razones para creer en la Astrología? Con respecto al rigor científico de este conocimiento milenario, ¿sabe que Astrología y Astronomía fueron lo mismo en su origen, y que grandes astrónomos como Ptolomeo o Kepler realizaron prácticas astrológicas muy sofisticadas y precisas? En el marco de la religiosidad, de la profundización filosófica, o sencillamente del crecimiento personal, hay muchas personas interesadas en estudiar y perseguir la armonía entre el ser humano y su entorno: ¿se da cuenta de que la Astrología establece conexiones entre el hombre y el Cosmos, considerando y analizando el influjo de éste sobre aquél? Es posible que sepa que tendencias actuales, aunque con ancestrales raíces, enmarcadas en el amplio ideario de la New Age reconocen tales influencias, algunas no exentas de fundamento científico (recuérdese, por ejemplo, el efecto de las mareas sobre las masas de agua de nuestro planeta). ¿Concedería usted que al ser humano le tranquiliza saber que su destino no es responsabilidad exclusivamente suya, sino que puede estar escrito en las estrellas o ser, cuando menos, inspirado por éstas? Una afirmación como ésta no debería ser tachada de obvia o frívola, ya que hace referencia a sentimientos y esperanzas, legítimo objeto de estudio de la Psicología actual, pero cuya complejidad sitúa su investigación en las fronteras mismas de la Ciencia. ¿Admitiría que la Astrología ocupa un lugar privilegiado entre las disciplinas científicas, ya que incorpora conocimientos procedentes de la Mitología, el Arte, la Psicología...? ¿No constituye esta multi-disciplinariedad un valor añadido que hace a la Astrología menos fría y alejada del hombre que otras ciencias? Cabe plantearse una cuestión de especial importancia en el contexto histórico, social, cultural, económico... que nos ha tocado vivir. En un mundo en continuo cambio, progresivamente deshumanizado y amenazado por el dominio de las máquinas, ¿no puede la Astrología, al desvelar inclinaciones de nuestra personalidad y carácter, ayudar al ser humano a profundizar en el conocimiento de sí mismo, y abrir vías de compatibilidad con otros semejantes, que favorecen la construcción y mantenimiento del entramado social? Por otra parte, como buen incrédulo, sin duda no ignora ciertas cuestiones incómodas que proyectan sobre la Astrología sombras de duda: ¿”funciona”, aunque sus principios se basen en una visión geocéntrica del mundo superada desde Copérnico?; ¿son doce las constelaciones zodiacales o habría que incluir (al menos) una más, según la Unión Astronómica Internacional?; ¿por qué todos los signos duran aproximadamente lo mismo si sus constelaciones tienen diferentes extensiones sobre el cielo?; ¿qué ascendente tiene alguien nacido en diciembre en Laponia?; ¿las fechas de los signos no deberían haberse desplazado hacia atrás en el tiempo debido a la precesión de los equinoccios?; ¿qué clase de influencia ejercen los astros sobre el ser humano?; si es gravitatoria, por ejemplo, ¿por qué el horóscopo no considera también las masas próximas al nacido como la madre, la matrona o el hospital?; ¿hay que considerar los satélites de otros planetas, los asteroides, los cometas?; ¿existe correlación significativa entre el signo zodiacal y la profesión?; ¿eran erróneos los horóscopos elaborados antes del descubrimiento de Neptuno en 1781, Urano en 1846 o Plutón en 1930?; ¿y cómo se modifican las predicciones astrológicas cuando un cuerpo como este último es “degradado” de su categoría de planeta ordinario?; ¿cuentan también los recientemente descubiertos objetos transneptunianos?; ¿y las galaxias lejanas?; si lo crucial es el instante del nacimiento, ¿está el feto en el vientre materno a salvo de las posibles influencias negativas y podría elegirse un momento astrológicamente propicio para el parto?; ¿ha evolucionado la Astrología?; ¿qué ha aportado a la Ciencia?; ¿tiene éxito como práctica predictiva?; ¿y como descriptora de rasgos de personalidad?; ¿qué hay de la Astrología hindú o la china?; ¿los más de seis mil millones de terrícolas se clasifican esencialmente sólo en 12 tipos de personalidad?; ¿no será esto una clase de discriminación? (hay muchas más...).
Bibliografía Motta Cifuentes, V.: Bases científicas de la astrología, en Rodríguez, I., Díaz-Vilela, L., Álvarez, C.J. y Riol, J.M. (Eds.): Ciencia y Pseudociencia: realidades y mitos. Sirius. Madrid. 2004. p. 261 y ss
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Inés Rodríguez Hidalgo es Doctora en Ciencias Físicas (Astrofísica), profesora del Departamento de Astrofísica de la ULL, divulgadora científica y actual Directora del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife. Es autora de numerosos trabajos de investigación publicados en revistas especializadas y actas de congresos internacionales de Astrofísica, así como de artículos de divulgación. Ha escrito varios capítulos en libros y es editora científica de Ciencia y pseudociencias: realidades y mitos (Equipo Sirius, 2004). Imparte frecuentemente conferencias y cursos de divulgación, algunos de los cuales ha dirigido o coordinado; escribió y presentó durante varios años la sección semanal Un tiempo para el espacio del programa radiofónico Canarias innova de RNE. Es miembro de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico y se implica activamente en la difusión del escepticismo y la lucha contra las pseudociencias. Participa en este curso desde su primera edición como profesora y coordinadora. Logros y fracasos de la Arqueoastronomía. César Esteban LópezDoctor. Profesor Titular de Universidad. Departamento de Astrofísica. ULL Investigador. Instituto de Astrofísica de Canarias Miércoles, 2 de mayo de 2007 La Arqueoastronomía es una disciplina multidisciplinar, a caballo entre las ciencias naturales y las humanidades, que se encuentra en proceso de definición y asentamiento en el mundo académico. Aunque podemos decir que apareció hace ya un siglo, su corta historia ha estado repleta de controversias, especulaciones y descubrimientos asombrosos. En las últimas décadas, con la aparición de trabajos de alta calidad científica, se está logrando un reconocimiento cada vez mayor en el campo de la arqueología tradicional, incluso en nuestro país. En la actualidad, no es extraño encontrarnos con contenidos arqueoastronómicos en cursos, seminarios y congresos dedicados a Arqueología, Prehistoria o Historia Antigua e incluso existen colaboraciones entre arqueólogos y astrónomos en distintos proyectos de investigación. Es un hecho indiscutible que la Astronomía es una de las ciencias que cuenta con mayor poder de atracción para el público. Sus objetos y lugares de aplicación son exóticos y distantes, lo que alimenta nuestra imaginación. Por otra parte, la Arqueología es también una disciplina científica muy popular que, al igual que la Astronomía, trata de objetos distantes, aunque en este caso en el tiempo. Además la Arqueología trata un tema muy sensible para el ser humano: su pasado y el de su pueblo, raza o nación, elemento que suele ser moneda de cambio de posturas e intereses políticos. Por todo ello, no resulta extraño que la Arqueoastronomía sea una disciplina que despierte el interés de los inventores de misterios y de los especuladores pseudocientíficos. En esta charla trataremos historias y anécdotas sobre tres ejemplos donde la contribución de la Arqueoastronomía ha tenido una importante repercusión en distintos ámbitos como son los círculos de piedra de Stonehenge (Inglaterra), las pirámides de Giza (Egipto) y nuestras cercanas y entrañables Pirámides de Güímar. El estudio de las orientaciones astronómicas de estas tres construcciones (dos arqueológicas y la tercera no, aunque algunos intenten vender lo contrario) ha sido muy diferente, pero todas han tenido sus claroscuros que nos ejemplifican cómo puede hacerse (y como no) un trabajo verdaderamente científico en el campo. Los círculos de piedra de Stonehenge son, quizás, el yacimiento arqueológico que más suele relacionarse popularmente con la Arqueoastronomía. Erróneamente atribuidos a la cultura celta de las Islas Británicas, su verdadero origen hunde sus raíces en la Edad del Bronce. En el siglo XVIII ya se apuntó su posible uso astronómico, pero fue en los años 60 del siglo XX cuando el astrónomo Gerald Hawkins propuso, en la prestigiosa e intachable revista científica Nature, una densa red de orientaciones astronómicas en el complejo así como su utilidad como mecanismo para predecir eclipses. Dicha hipótesis fue duramente criticada por los arqueólogos y sometida a una profunda revisión crítica desde entonces que, aunque desechó buena parte de las propuestas de Hawkins, sigue manteniendo el más que posible significado astronómico de algunos de los elementos básicos del complejo arqueológico. Las pirámides de Giza son, posiblemente, el yacimiento arqueológico más famoso del mundo y una de las construcciones humanas más sorprendentes. Como no podía ser de otra forma, también fueron fruto del estudio arqueoastronómico temprano, en este caso por parte de Sir Norman Lockyer a finales del siglo XIX. Medio siglo más tarde, la astrónoma norteamericana Virginia Trimble estudió las orientaciones de los denominados “tubos de ventilación” de la Gran Pirámide de Keops y propuso una hipótesis astronómica que ha venido a ser apoyada por los denominados “textos de las pirámides”. Aunque este podría ser un brillante éxito de la Arqueoastronomía, no han faltado sus detractores pero también charlatanes que han propuesto sus propias especulaciones a cada cual más irracional, corriente que ha dado lugar a la creación de la categoría de “investigadores” llamados “piramidiotas”, bautizados así por los escépticos más beligerantes. Comentaremos las especulaciones de personajes como Robert Bauval y las más surrealistas perpetradas por Graham Hancock. Finalmente, trataremos un ejemplo bastante más cercano, el de las Pirámides de Güímar (Tenerife). Estos enormes y atractivos montones de piedras han sido fruto de especulaciones calenturientas de grupos esotéricos que las han relacionado con los templarios o con enigmáticos seres alados. También han sido estandartes del aborigenismo, defendidos con vehemencia por grupos independentistas y hasta puntos de escala intermedios y necesarios para teorías hiperdifusionistas trasnochadas, como la formulada por el recientemente fallecido explorador noruego Thor Heyerdahl. Comentaremos de primera mano la formulación de la hipótesis arqueoastronómica sobre su orientación y sobre su más probable origen, así como su manipulación por parte del parque etnográfico allí construido para construir una visión falsa e interesada de la prehistoria canaria. Bibliografía Aparicio, A., Esteban, C.: Las pirámides de Güímar: mito y realidad. Centro de la Cultura Popular Canaria. 2005 Belmonte, J. A.: Las leyes del cielo. Astronomía y civilizaciones antiguas. Ediciones Temas de Hoy. Madrid. 1999 Esteban, C.: Arqueoastronomía y pseudociencia, en Rodríguez, I., Díaz-Vilela, L., Álvarez, C.J. y Riol, J.M. (Eds.): Ciencia y Pseudociencia: realidades y mitos. Sirius. Madrid. 2004. pp. 249-259 Michell, J.: Introducción a la astroarqueología. Grupo Anaya. Madrid. 2002 Información en Internet http://www.archeoastronomy.org/ César Esteban López es Doctor en Ciencias Físicas (Astrofísica) por la Universidad de La Laguna (ULL). En la actualidad es Profesor Titular del Departamento de Astrofísica de la ULL e investigador adscrito al Instituto de Astrofísica de Canarias. Investiga en distintos campos de la Astrofísica y en Arqueoastronomía, realizando estudios sobre este último aspecto en distintas partes del mundo además de Canarias y el territorio peninsular. Ha publicado numerosos artículos científicos sobre estos temas y ha organizado y participado en una gran cantidad de eventos científicos internacionales. También dedica parte de su tiempo a la divulgación científica y del pensamiento crítico. Fue miembro del equipo del IAC que descubrió la orientación astronómica de las pirámides de Güímar y es coautor del libro Las pirámides de Güímar: mito y realidad, donde se analiza el problema de estas construcciones y se plantea una hipótesis sobre su origen y motivación. El auge de la pseudoliteratura pseudohistórica. Fernando L. Frías SánchezLicenciado en Derecho. Abogado. Presidente del Círculo Escéptico Jueves, 3 de mayo de 2007 Coja usted un secreto espeluznante. Puede copiarlo de otros autores o inventárselo directamente, da igual. El caso es que debe ser escandaloso, opuesto a lo establecido, y ofrecernos una versión 'alternativa' y 'más guay' que lo que nos cuenta la historia oficial. A continuación, imagine que el secreto está escondido en alguna obra de arte -un cuadro, un libro, una partitura, las proporciones de un edificio, o todo a la vez-. Al fin y al cabo la mayoría de las obras de arte contienen elementos que, con las suficientes dosis de imaginación, charlatanería y desparpajo, se pueden presentar como claves de un mensaje oculto que el autor inmortalizó en su obra. Bueno, eso es lo que tiene usted que contar, aunque lo más probable es que el autor ni colocase esas claves, ni tuviese ninguna intención de enviar un mensaje oculto, ni nada por el estilo. De hecho, este es un punto crucial: no adapte el argumento a los hechos; fuerce, tergiverse e incluso invente los hechos para que se adapten a su idea inicial. Y, en fin, por supuesto, agregue numerosas alusiones a los templarios, los merovingios, los illuminati y cualquier otra secta, facción, hermandad o contubernio que se le ocurra. De nuevo, puede copiarlo de otros autores o inventárselo por todo el morro; al fin al cabo ni los templarios ni los Caballeros de la Mesa Redonda van a levantarse de su tumba para desmentirle, ¿verdad? Bueno, esto dicho entre usted y yo, porque de cara a su público es importante contar que un par de esas hermandades aún existen y siguen conspirando entre los grandes poderes fácticos del mundo, bien para custodiar el secreto y evitar que se pierda, bien para ocultarlo de forma que nunca vea la luz. O para las dos cosas a la vez. Finalmente, construya sobre ese andamiaje una historieta lo más convencional posible, póngale un título fácil de recordar y, ¡hala!, a arrasar en la lista de 'best-sellers'.
Pero no importa. Lo que de verdad interesa y engancha al lector no es la narración, sino el trasfondo sobre el que se construye, esa visión 'alternativa' de la Historia que se nos presenta como los verdaderos hechos que los poderes establecidos nos quieren ocultar. Al fin y al cabo, lo que buscan buena parte de los lectores de este tipo de libros no es la evasión o el entretenimiento que proporciona la novela, sino la ‘tesis’, la lección de pseudohistoria que se esconde detrás de la trama, y que están dispuestos a aceptar, incluso a creer a pies juntillas, por muy disparatada que sea. De hecho, buena parte del éxito de este tipo de novelas no reside en su calidad literaria, que muchas veces es discutible (y otras es indiscutible: no la tienen). Las razones de su popularidad están en esas tesis pseudohistóricas que supuestamente ocultan una gran conspiración mundial (‘a todo el mundo le gustan las conspiraciones’, dice uno de los más exitosos autores del género) y que incluso provocan un fenómeno de retroalimentación en el mercado: los lectores buscan otras novelas que confirmen las teorías pseudohistóricas que cuentan esos ‘best-sellers’, y los autores se lanzan a cubrir ese mercado en auge con nuevas novelas que, una y otra vez, repiten los mismos disparates. Y el chico –que parece un clon del guaperas de la novela anterior- volverá a desvelar el enigma del cuadro, la partitura o la escultura, salvará de nuevo a la chica –que también debe ser hermana gemela de las que salen en las otras novelas- y dejará otra vez con un palmo de narices a los miembros de la hermandad secreta, que no escarmientan y que si no se cansan de hacer el tonto y se meten a monjes es porque probablemente sean ya monjes de alguna congregación que la historia oficial nos presenta como desaparecida...
Bibliografía Baigent, M., y Leigh, R.: El enigma sagrado. Ediciones Martínez Roca Brown, D.: El Código da Vinci. Umbriel Editores Harris, P.: El enigma Vivaldi. Random House Mondadori Sierra, J.: La cena secreta. Plaza y Janés Editores Información en Internet http://www.hmcourts-service.gov.uk/images/judgment files/baigent_v_rhg_0406.pdf) Fernando Frías Sánchez es abogado en ejercicio, socio de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, y socio fundador y actual presidente de Círculo Escéptico. Es colaborador de diversos medios de comunicación, y en especial del periódico Diario Información de Alicante, donde ha publicado una columna semanal durante varios años, y en el que ha mantenido divertidas polémicas con adivinos, curanderos y otros ejemplares de la fauna paranormal de la provincia. Además de su participación en programas de radio y televisión, ha publicado diversos artículos en las revistas El Escéptico, Pensar o Scienza & Paranormale, así como el boletín El Escéptico Digital y en páginas web de temática escéptica y de denuncia de las afirmaciones supuestamente paranormales. Entre otros, ha tratado temas tan variados como la ufología, la homeopatía o las ‘Caras de Bélmez’, así como, por supuesto, las pseudonovelas pseudohistóricas tan de moda en los últimos tiempos. De la Sábana Santa a los iconos sangrantes. Historia del cristianismo paranormal. Javier Armentia FructuosoLicenciado en Ciencias Físicas. Director del Planetario de Pamplona. Director Ejecutivo de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico Jueves, 3 de mayo de 2007 Ya es parte de la historia de las subastas por Internet: hace unos años se vendía una tostada en la que había aparecido (milagrosamente, aseguraban) impresa la cara de la Virgen. Una reliquia como otras similares, también vendidas por Internet, que no son sino una actualización de muchas que comenzaron siendo negocio hace más de mil años. De Santos Pañales a Plumas de Arcángel, de Lignum Crucis a Santos Prepucios, pero sobre todo, ese lienzo que habría envuelto como mortaja a Jesús tras el descendimiento de la cruz, un Santo Sudario que la Iglesia oficialmente reconoce como objeto de culto pero no milagroso ni verdadero sudario de Cristo, lo que no le quita para cada año mostrarlo en la catedral de Turín, su actual morada, con gran éxito de público y crítica. El Santo Sudario es -incomprensiblemente- objeto de controversia, con partidarios que -con galas de Ciencia- siguen afirmando que se trata del verdadero de hace dos mil años. Y que no tienen en cuenta los datos históricos y científicos que demuestran lo contrario. Es una de las facetas de un cristianismo paranormal, que podría resultar sorprendente en una confesión moderna que ha llegado a afirmar que el infierno no existe como tal lugar. Sin embargo, y a pesar de tener una larguísima tradición denostadora de cualquier tipo de superstición, ha sabido mantener muchas dentro -o al lado- de la ortodoxia: sangres licuefantes como las de San Genaro o San Pantaleón, aguas que resultan milagrosas como las de Lourdes, apariciones e iluminaciones marianas, exorcismos y lucha contra presuntas posesiones diabólicas. ¿Por qué? Sin duda una de las fuerzas de cualquier creencia es la capacidad de control sobre la realidad, la mediación única -y únicamente verdadera- con la divinidad, capaz de todos los poderes que resultan sorprendentes. Y mostrar que uno dispone de la religión más poderosa siempre ha sido un buen mecanismo de captación y -sobre todo- de convencimiento para los adeptos.
Bibliografía Ares de Blas, F.: La sábana santa, ¡vaya timo! Ed. Laetoli. Pamplona. 2006 Carmena, E.: El creacionismo, ¡vaya timo! Ed. Laetoli. Pamplona. 2006 Dawkins, R.: The God delusion. Betnam Press. Londres. 2006 Información en Internet Javier E. Armentia Fructuoso es Licenciado en Ciencias Físicas (Astrofísica) por la Universidad Complutense de Madrid. Tras una carrera docente e investigadora en esa Universidad (1985-1990) pasó a dirigir el Planetario de Pamplona, puesto que sigue desempeñando. Paralelamente desarrolla una intensa actividad como divulgador científico en prensa, radio y televisión. Ha publicado libros y artículos de diferentes temáticas, principalmente sobre temas astronómicos y sobre pensamiento crítico, así como sobre periodismo científico. En la actualidad coordina además la Asociación de Planetarios Españoles y representa a la misma en la Sociedad Internacional de Planetarios. Pertenece al Consejo Asesor de ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, entidad que presidió entre 1992 y 2000. Dirige, para la editorial Laetoli la colección de pensamiento crítico Vaya timo. Mesa redonda: ¿Medicinas alternativas? Moderadora: Teresa González de la Fe.Participantes: Javier Armentia Fructuoso, Ricardo Borges Jurado y Luis F. Díaz Vilela. Martes, 8 de mayo de 2007 “Medicina alternativa se ha convertido en el término políticamente correcto para prácticas cuestionables antes etiquetadas como falsas y fraudulentas” dice el doctor Barrett en su web sobre curanderismo y fraudes sobre la salud (http://www.quackwatch.org/01QuackeryRelatedTopics/altwary.html). De ahí que esta mesa redonda ponga entre interrogantes esta expresión, pues puede afirmarse que ni son medicina, ni son alternativa. La revista de la Asociación Médica Americana dice de forma muy expresiva: “No hay medicina alternativa. Solamente hay medicina probada científicamente, medicina basada en la evidencia apoyada en datos sólidos o medicina no probada que carece de evidencia científica”. Pero hay que reconocer que han triunfado socialmente y han ganado adeptos en todas las clases sociales, e incluso muchos médicos, farmacéuticos y otros profesionales sanitarios son fervientes practicantes y divulgadores de ellas, algunos por convencimiento y otros por una cuestión de mercado y oportunidad. ¿A qué se debe este éxito rotundo de las llamadas Medicinas Alternativas y Complementarias (MAC)? Un psicólogo, Barry l. Beyerstein, da algunas razones socio-culturales que pueden ayudar a entender este fenómeno: 1) analfabetismo científico; 2) anti-intelectualismo y actitudes anticientíficas sostenidas en el misticismo de la Nueva Era; 3) marketing potente y afirmaciones extravagantes; 4) apoyo de los medios de comunicación y ataques a los críticos; 5) malestar social y recelo ante las figuras de autoridad tradicional. La reacción anti-doctor; 6) desagrado por el curso de la biomedicina científica; 7) seguridad y efectos secundarios. A estas razones, propias de la cultura New Age y la crítica postmoderna heredera de la contracultura de los 60 del siglo pasado, se unen otras de tipo psicológico: 1) la voluntad de creer; 2) errores lógicos, falta de juicio y ausencia de grupos de control; 3) pensamiento deseoso y "características demandantes”. Entre las múltiples MAC existentes, la reina de ellas -por su éxito social y la importancia de la industria que la rodea- es la Homeopatía. Pero podemos citar también a la Acupuntura, la Fitoterapia o curación por hierbas medicinales, la Medicina oriental tradicional, el Reiki, las Esencias florales, el Naturismo, la Aromaterapia o la Musicoterapia. En Canarias, de unos años acá, tenemos además los “polvos de Meléndez”. Todas ellas pueden ser calificadas de pseudo medicinas, es decir, de falsas medicinas. Teorías, técnicas o terapias que tienen apariencia médica, se disfrazan de medicina, pero que no lo son y que realmente no curan, aunque a veces parezca que sí lo hacen. Las razones (erróneas) por las que la gente cree que las MAC funcionan son: 1) la enfermedad puede haber seguido su curso natural; 2) muchas enfermedades son cíclicas, con altibajos, y se busca la terapia en los momentos altos; 3) el efecto placebo; 4) compensación de creencias erróneas; 5) mejora temporal que se confunde con una cura; 6) las necesidades psicológicas pueden distorsionar lo que la gente hace y percibe. Además, las MAC, como todas las pseudociencias, pregonan sus “evidencias” fundamentalmente a través de los testimonios, de publicaciones propias o a través de los medios de comunicación, incluido Internet. Los testimonios personales juegan un papel fundamental en la expansión de una terapia pseudomédica y en la captación de nuevos incautos. Las MAC se expanden porque sus usuarios creen que les “funciona” y así se lo comunican a amigos y familiares, quienes a su vez, fiándose de ese testimonio y de la experiencia del otro, prueban a ver si funcionan también con ellos mismos o con sus familiares enfermos. En general, los profesionales de estas pseudomedicinas consideran que la experiencia personal, el juicio subjetivo y la satisfacción emocional son preferibles a la objetividad y la evidencia científica. Por ello, en vez de llevar a cabo investigaciones científicas, usan testimonios y anécdotas para promocionar sus prácticas. Además, y esto va in crescendo en España al igual que ha sucedido en otros países como los Estados Unidos de América o Alemania, los practicantes y “profesionales” de estas pseudomedicinas han maniobrado políticamente para ir adquiriendo estatus de legalidad y para mantener a las agencias reguladoras lejos. No hay que olvidar que fundamentalmente las MAC son un negocio próspero y floreciente que mueve miles de millones cada año. Estos nuevos “curanderos” son excelentes vendedores y en torno a estas pseudoterapias se mueven millones de euros cada año. Citando a Barry l. Beyerstein de nuevo, debemos estar alerta cuando el pretendido médico o terapeuta “alternativo” presente algunos de estos rasgos: (1) es ignorante u hostil hacia la corriente principal de la ciencia; (2) no puede dar una explicación razonable para sus métodos; (3) usa jerga promocional mezclada con alusiones a fuerzas espirituales y energías vitales o a planos inciertos, vibraciones, desequilibrios y susceptibilidades; (4) asegure poseer ingredientes o procesos secretos; (5) apele a conocimientos ancestrales y a "otras formas de conocimiento"; (6) afirme "tratar a la persona como un todo" en vez de tratar enfermedades específicas de órganos; o (7) declare ser perseguido por la vieja guardia y aliente acciones políticas en su nombre, o esté presto a atacar o demandar a sus críticos en vez de responder con investigaciones válidas. Igualmente, los practicantes de estas pseudociencias con títulos de instituciones no acreditadas, los que venden sus propios preparados en sus despachos y recalcan la necesidad de visitas frecuentes "para mantenerse bien" son también causa de preocupación. La presencia de literatura pseudo-científica y conspiracionista en la sala de espera debe ponernos a buscar la puerta de salida. Y, sobre todo, si los resultados prometidos van más allá de aquellos ofrecidos por los terapeutas convencionales, y afirman que no hay efectos adversos, lo más probable es que estemos tratando con un charlatán. En pocas palabras, si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea. En la mesa redonda se tratarán los diversos aspectos relacionados con las MAC por parte de los invitados. Los que tienen que ver con sus características y los argumentos sobre su carencia de rigor científico y su ineficacia como terapias curativas. Los que tienen que ver con su éxito social y las razones por las que las gentes, incluso médicos y gentes con estudios superiores, creen en ella. La finalidad de la mesa redonda es dotar al alumnado del curso de un buen repertorio de argumentos y datos que los protejan contra estos modernos curanderos. Teresa González de la Fe Bibliografía Medicinas alternativas: descripción general. Ministerio de Sanidad y Consumo. Centro de Publicaciones. 2001 Información en Internet http://www.arp-sapc.org/articulos/homeopatia/index.html http://www.homowebensis.com/archivos/pseudomedicinas/ http://biblioweb.sindominio.net/escepticos/pseudomedicinas.html http://www.educa.aragob.es/iesbinef/departam/webinsti/bacd.htm http://webs.ono.com/barzana/Pseudociencias/Historia_medicinas.html http://webs.ono.com/barzana/fraude_medico.html http://webs.ono.com/barzana/Pseudociencias/Pseudomedicinas_errores.html http://www.quackwatch.org/01QuackeryRelatedTopics/pseudo.html http://www.quackwatch.org/01QuackeryRelatedTopics/persistance.html |